El coste de los ahorros parados

Mantener los ahorros parados en una cuenta corriente implica soportar un coste sobre los mismos. Muchos de estos costes no se perciben de manera inmediata y son difíciles de cuantificar, sin embargo, merman poco a poco nuestro patrimonio. En este artículo vamos a tratar de analizar cuáles son estos costes.

El primero es la inflación, una tasa silenciosa que año tras año reduce el poder adquisitivo del dinero, es decir la cantidad de bienes o servicios que podemos comprar con nuestro efectivo. En España, en los últimos cinco años, la tasa de inflación acumulada ha sido de alrededor del 6%. Eso significa que si hubiésemos mantenido 10.000€ en nuestra cuenta corriente, al cabo de cinco años esta cantidad de dinero equivaldría a 9.400€. En la última década, la tasa de inflación anual se ha reducido con respecto a años anteriores, pero no por ello hay que prestar menos atención a este coste, aunque hoy en día se percibe poco pero sigue reduciendo el valor de los ahorros en el largo plazo:

La segunda tipología de coste que pagamos por mantener nuestro dinero en la cuenta corriente son las comisiones. Diversos bancos han comenzado a aplicar comisiones sobre la liquidez de sus clientes. La primera entidad en anunciar esta medida fue el BBVA. El banco anunció que cobraría una comisión del 0,3% anual a los clientes que mantienen más de 100.000 euros en su cuenta sin contratar productos adicionales como seguros, fondos o planes de pensiones. Otras entidades como ING y CaixaBank han adoptado medidas similares.

La causa de estas comisiones son los tipos de interés negativos establecidos por parte del banco central europeo, que obliga a las entidades bancarias a pagar un 0,5% anual sobre la cantidad de dinero que sus clientes depositan en las cuentas bancarias. Puesto que difícilmente los tipos subirán en el corto plazo, es posible que estas comisiones se vayan aplicando progresivamente por parte de la gran mayoría de los bancos.

Por último, al tener liquidez, estamos renunciando a la remuneración que podríamos haber obtenido invirtiendo nuestro dinero a largo plazo. Este coste se define como “coste de oportunidad” y es el más relevante en términos económicos. Por ejemplo, en los últimos cinco años, una cartera Pentainvest con el perfil de riesgo defensivo (el más bajo) ha alcanzado un retorno acumulado de alrededor del 8% con todos los gastos incluidos. Este retorno habría más que compensado la pérdida de poder adquisitivo del patrimonio debido a la inflación, protegiendo su valor e incluso obteniendo un beneficio.

En conclusión, si bien es aconsejable mantener una parte del patrimonio en liquidez para las necesidades cotidianas o posibles contingencias, también es importante que dicha cantidad no sea excesiva, puesto que, como hemos visto, mantener liquidez de forma prolongada es una manera asegurada de perder dinero.

2021-05-13T21:59:03+02:00
Ir a Arriba