La recesión en España y la bolsa
Según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional, España sufrirá la peor bajada del PIB a nivel mundial en el año 2020. El elevado número de casos de Covid-19 y la dependencia de la economía española del turismo ha penalizado duramente a nuestro país. Cabe destacar que, en 2019, el 14,3% del PIB español estaba relacionado con el turismo, el nivel más alto entre los países europeos.
Como se puede observar en el siguiente gráfico, la bajada del PIB de España prevista por el FMI para 2020 es de un -11,1%. Un dato muy negativo, sobre todo si lo comparamos con el resto de países desarrollados, donde se estima una contracción media del -4,9%.
Como era fácil de prever, la recesión económica no ha tardado en reflejarse en los índices de renta variable. Esto no debería sorprender, puesto que el valor de las acciones depende de los beneficios empresariales, los cuales, a su vez, van ligados al crecimiento de la economía.
El índice MSCI Spain, representativo de las acciones españolas, ha registrado la peor evolución entre los principales índices europeos. Durante el 2020 el índice español ha perdido un -12,4%, frente al -6% de Italia, el -3,9% de Francia y el +3% del índice alemán.
Estos datos nos obligan a reflexionar sobre la importancia de tener una cartera bien diversificada geográficamente. Varios estudios han demostrado la predisposición de los inversores a comprar acciones de compañías que proceden de su país de origen. La razón de esta actitud, denominada “sesgo país”, es la confianza que los inversores depositan en empresas conocidas y que son mencionadas en los medios de comunicación nacionales. La principal consecuencia negativa del sesgo país es que los inversores se sobreexponen a los riesgos de su economía nacional, la cual, en caso de problemas, ya afecta de manera notable a su trabajo, sus inmuebles y otros aspectos de su patrimonio. De la misma manera que no entenderíamos que un ciudadano argentino invierta todos sus ahorros en empresas argentinas, nosotros no deberíamos invertir más de la cuenta en empresas españolas.
Es por esta razón que, en las carteras de Pentainvest, el peso de la renta variable española es limitado y supone alrededor de un 1% del patrimonio invertido en acciones. De esta manera aprovechamos el beneficio de la diversificación y evitamos las pérdidas que pueden ocurrir en años muy negativos para España como es el caso de 2020.